De acuerdo a una especialista, es común que la hiperactividad no sea tan pronunciada en los adultos con déficit de atención. Otros síntomas son las dificultades para organizarse y solucionar problemas imprevistos.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección médica que a menudo se podría vincular solo en niños y adolescentes, sin embargo, puede seguir presentándose en la etapa de la adultez.

Se trata, en pocas palabras, de un trastorno cuyos principales indicios son la dificultad para mantener la atención, la impulsividad y la hiperactividad.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que entre el 4% y el 5% de los habitantes en el mundo tienen TDAH. En Chile, en tanto, la prevalencia de este trastorno de salud mental llega al 10%.

Cabe destacar que hay casos en que los signos del TDAH no fueron pesquisados por médicos en la infancia, y recién se llegaron a identificar en la etapa adulta.

En esa línea, por muchos años una creencia que dominó fue que el déficit atencional culminaba en la pubertad o adolescencia, pero eso luego fue rotundamente descartado. Según lo que han sugerido estudios científicos, por lo menos el 60% de los niños que presentan TDAH pueden continuar teniéndolo a medida que crecen.

Debido a que el TDAH puede significar una gran duda para los adultos que por estos días están en sospechas de padecerlo, The NY Times consultó a algunos especialistas para guiarlos en este proceso.

Los signos de que un adulto puede tener TDAH

Lidia Zylowska, académica en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Minnesota, advierte que en la edad adulta “por lo general, la hiperactividad es menos pronunciada”. Y es que en los niños y niñas generalmente se asocia el déficit de atención a que no pueden estar quietos, pero ese síntoma parece no ser tan explícito en adultos.

Para la experta, es más común que las personas adultas con TDAH deban enfrentar problemas para concentrarse y planificar: “Las llamadas habilidades de función ejecutiva (planificación, organización, administración del tiempo) básicamente, habilidades necesarias para ser adulto”.

Precisamente ahí radica uno de los conflictos en torno al TDAH. Si ignoramos aquellas labores que necesitan de las habilidades de función ejecutiva, puede comenzar a surgir el desorden en la vida, ya sea en los estudios, el trabajo o en compromisos personales.

Russell A. Barkley, quien por años se dedicó a enseñar e investigar sobre este trastorno de neurodesarrollo, plantea que hay personas con déficit atencional que sienten desmotivación en el trabajo o el lugar de estudios. También pueden tener obstáculos para solucionar un problema inesperado.

“Yo los llamo ciegos al tiempo”, comentó Barkley. “Simplemente no pueden manejarse en relación con los límites de tiempo”.

¿El motivo? Algunos estudios han planteado que, en el caso de las niñas, las posibilidades de recibir un diagnóstico claro de TDAH son mucho menores en comparación a los niños.

Por otra parte, Martin Teicher, académico de psiquiatría y editor de la guía de la Escuela de Medicina de Harvard de TDAH en adultos, pone hincapié en que otra posibilidad de que el diagnóstico no llegara a tiempo se da en aquellos niños que son considerados inteligentes y que podrían “escabullirse debajo del cable”.

Como les va bien en las asignaturas de la escuela se asocia a que no pueden tener TDAH, pero sí pueden presentar síntomas como la hiperactividad, argumenta Teicher.

Las sugerencias de los expertos son solo una guía que puede servir para aclarar ciertos signos del TDAH en la adultez. Sin embargo, no es un diagnóstico directo y acorde a cada realidad particular. Si tienes dudas en torno a esta afección de salud mental, debes acudir a una evaluación médica con un especialista.

Kylie Barron, miembro de la Asociación de Trastorno por Déficit de Atención (ADDA), lo ve como si fuera un “trastorno de rendimiento”. Dice que es “siempre equivocarse sin querer, meterse el pie en la boca y hacer lo incorrecto en el momento equivocado”.

Según el doctor Barkley, los pacientes adultos con TDAH sí pueden establecer objetivos en distintas áreas e incluso desean alcanzarlas a cabalidad. La cuestión es que no siempre se pueden cumplir, y más aún, si se trata de metas que requieren de bastante tiempo, aseguró el experto.

Otro aspecto significativo a tener en cuenta es el control las emociones en la vida cotidiana. El enojo, la impaciencia y que el estrés se vaya de las manos, son algunos de los factores que podrían aparecer en los adultos con déficit atencional.

Los expertos dicen sí es posible ser diagnosticado con TDAH por primera vez cuando somos grandes. Pero aseguran que las señales que más caracterizan a la afección tienen que haberse presentado antes de los 12 años, a pesar de que la persona no haya recibido la evaluación de un especialista en ese entonces.

“Hay todo tipo de razones por las que las personas pueden llegar a la edad adulta sin ser diagnosticadas o detectadas”, apuntó Barkley.